miércoles, 28 de noviembre de 2012

En busca de la cama del oso


Nos disponemos a encontrar el lugar donde durmió el oso el viernes 
Jesús me abre la puerta
Jesús vio el lugar con toda la hierba aplastada, pero no sacó fotos. Así es que le lié, y el sábado nos fuimos en su busca. Yo nunca he visto rastros del oso, a pesar de andar merodeando por los alrededores de Ruesga. Por la montaña palentina anda a sus anchas, pero pocos le han visto.
Con toda la ilusión cogemos el Niva y un día de perros. Un aire que "pa qué pa qué".
Agua y viento
Parte del camino hacia Pramonte
 Total que, después de ir hacia "Pramonte", nos detenemos donde les dieron las suertes de la leña; lugar en el que vieron la cama del oso.
Jesús y abajo, el Niva
¡Mala suerte! El aire ha movido todas las hojas y ha tapado todo rastro. Otra vez será si es que se presenta.
Por aquí debería estar la cama del oso
Bueno, pues vamos a ver el chozo, que yo aún no he visto.
Paramos el Niva a la misma puerta y veo el chozo.
Servicio de puerta a puerta
El chozo de Pramonte
Por cierto, que está muy bien, y también veo que la gente no tiene todavía la suficiente cultura ni el respeto a lo de todos.
El chozo está par ser utilizado, pero también cuidado.
"Donde come el lechón, allí deja la pila"
¡Tío guarro! Ya que traes las Coca-colas llenas de casa, vuélvelas vacías, que pesan menos. ¿O es que te crees que el chozo se limpia solo? ¿No te gustó verlo limpio? Pues quien vino antes que tú, lo dejó recogido y limpio.
Digo Coca-colas, porque no voy a opinar sobre las garrafas de ¿calimocho?
El desperdicio de una juerga
En fin..., veo que escribir algo, es hacer una denuncia a la sociedad. Perdón, quise decir a la suciedad. Valen las dos definiciones.
Pero por lo menos, vimos la cagada del oso. Eso si, un poco vieja ya. Tiene varios días. No, no es de caballo, ya que no anda ninguno por allí.
La gran cagada del oso

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