martes, 2 de octubre de 2012

Cuando el río no es de todos

Cuando el río no es de todos

Hace ya unos cuantos años que pusieron la pesca sin muerte en el río Rivera.
Los mismos años que los furtivos tienen campo libre para hacer de las suyas.
Con esto quiero decir que antes pateaba el río para divertirme y llevar alguna que otra trucha de buena talla para la cena.



Desde que lo pusieron sin muerte, no lo he vuelto a pisar. No estoy "vacunado" para tirar una trucha de, por ejemplo, un kilo.
Para que esto no pase, me tengo que aguantar, y dejar que sean otros los que se lleven todo aquello que nada, dando o no la talla mínima (que no existe cuando es sin muerte).
Como es poco todavía que se las lleven, tengo que aguantar cómo se jactan de haber cogido (y llevado), un número determinado de truchas (que la mayoría de las veces supera con creces el máximo permitido en aguas libres), y encima, te lo restriegan por la cara.
¡Hay que joderse! O lo abrimos para todos, o lo cerramos para todos. El que quiera tirar las truchas, que las tire. Yo personalmente tiro muchas y de buena talla, pero porque quiero, y no porque me lo impongan.
El que quiera sacar y soltar, que vaya a escenarios deportivos y que no dejen de tocar las pelotas a los pescadores de toda la vida.
Pero no, acabarán con los pescadores de siempre. Con los rivereños. Con los del cebo natural. Con los de caña clásica y barata.
¡Tanto cuidarlos ríos, y cada vez hay menos truchas! Se lo han puesto "a huevo" a los furtivos.
Con esta política de gestión, no es extraño que acaben cerrándose todas las tiendas de artículos deportivos, como es el caso de Aguilar de Campóo donde, de cuatro tiendas, no ha quedado ninguna.
Menos mal que todavía nos queda la fotografía y la memoria para poder contarles a nuestros nietos (cuando lleguen), cómo eran los ríos antes de dejar gestionarlos a quien no ha visto un río en su vida.

Las normas hay que hacerlas "a pie de río", y hablando con los pescadores, pescadores. Los de toda la vida.
Brrrrrr. Si es que me caliento...........

2 comentarios:

  1. Interesante reflexión Ramón, y es que para todo, incluida la pesca, hay que tener vocación. Tu y los que són como tu "saben y disfrutan" de la pesca respetando las normas establecidas. No me extraño que te saque de tus casillas ver el bandalismo reinante en nuestros rios. Lo hacen sin escrúpulos de ningún tipo arrasando con todo lo que haya a su paso.
    Tampoco me extraño de la desaparición de las tiendas de articulos de pesca, ¡que no hay "aficción", van a "saco"!, y para ese viaje no necesitan de mucha alforja!.
    Miro tu foto y ¡es lo que hay!, ese sí era un pescador nato, con vocación. Empleando parte de tus ratos de asueto a lo que más te gusta ¡la pesca!, pero como tiene que ser, como ha sido siempre. Pertrechado con la vestimenta propia, de dia y con sol y axhibiendo la captura con orgullo... ¡Ay, una raza de hombres que está desapareciendo!.

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  2. Eso si que es una trucha querido amigo,como dices con toda la razón las leyes del río las deberían dictar quien vive el río ,quien lo ama y lo respeta ,están acabando con la pesca ,con la caza ,exigen cada vez más para cazar y pescar pero el fin no es entender la naturaleza el fin es recaudar y que los que amamos la naturaleza la abandonemos para que por las noches otros se diviertan destruyendo todo ,sólo interesa hacer leyes para hacer felices a los sinvergüenzas ,tristemente ese es nuestro país

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